Cuando hablamos de Historia y de cal lo primero que nos viene a la cabeza es su uso en mampostería en la Antigua Roma, pero su uso es mucho más antiguo y diverso…
Como suele ocurrir con las tecnologías anteriores a la revolución neolítica, es muy difícil, y probablemente imposible, saber si se trata de un descubrimiento único que luego se habría propagado con el avance de la sedentarización, o si se trata de un polidescubrimiento con cuatro focos principales documentados: Oriente Medio, el Indo, China y Mesoamérica. El descubrimiento de la cal es sencillo, resulta de calentar una piedra caliza en un hogar y seguidamente, apagarla con agua. La domesticación del fuego es anterior a 800.000 años, el calentamiento de piedras para la industria lítica cuenta con testimonios de hace 100.000 años en Stillbayen.
El uso más antiguo documentado de la cal por parte del ser humano data del Kebarian del Negev en el desierto del Sinaí ≈12.000 a. C. en el sitio del norte de Lamaga VIII. La cal se utilizaba como adhesivo para una punta microlítica en el astil de lanzas o flechas. Hay testimonios del uso de cal en mortero como ornamento funerario durante el Epipaleolítico Natufiense (10.000 a.C.) en el Valle del Jordán. El primer vestigio de un horno de cal descubierto en la misma región data del 8.400 a. C. y el primer mortero que contiene elementos hidráulicos documentados data del Neolítico precerámico B (8.700 a 7.000 a. C.) en Anatolia.
A partir de esta fuente, la cal seguirá el camino de la neolitización: al este hacia Mesopotamia, al oeste hacia Egipto, donde se encuentran los morteros en las pirámides, en el mundo helenístico pasando por la civilización minoica. Las colonias griegas y fenicias acabarán de dispersar estos conocimientos hacia la zona póntica, la península itálica y sus colonias en el Mediterráneo (Massalia…). Los galos también utilizaban la cal antes de la conquista romana, sobre todo en cerámica o como tinte para el cabello, según Estrabón.
Es con la expansión de la República Romana, y luego del Imperio, que el uso de la cal en la construcción de edificios prestigiosos se extiende por toda Europa. La producción de cal es descrita por los autores, Plinio el Viejo en “Naturalis Historia”, por Tácito en Agrícola, pero especialmente por Vitruvio, en “De Architectura”. En esta obra describe los usos arquitectónicos de la cal en morteros y hormigones, y las diferentes técnicas que pudo identificar, lamentablemente el manuscrito más antiguo disponible es carolingio (800 años después de su redacción), y numerosos errores de copia dificultan la interpretación del texto. La villa galorromana de Vesuna del siglo I (situada en Périgueux) utilizó para su construcción el mismo banco calcáreo que el de Saint-Astier®.
La cal no sólo se limita a la construcción, también se utiliza en curtiduría, en desinfección por sus propiedades higienizantes, como para sellar ánforas o para contener epidemias. La cal también se utiliza por sus propiedades básicas en muchas recetas de boticarios y alquimistas. Los mesoamericanos también la utilizaron para hacer comestible el maíz mediante el proceso de nixtamalización, y así evitar la pelagra que azotó Europa tras la importación de este cereal. En todo el arco del Pacífico encontramos el uso de la cal además de una sustancia alcaloide como el tabaco, la coca o el betel.
Hasta los inicios de la revolución industrial, la producción de cal permaneció confinada a hornos vernáculos intermitentes o al pie de grandes edificios en construcción (iglesias, castillos, fortificaciones…). La cal más o menos hidráulica o aérea se califica entonces de magra o grasa, sin comprender del todo lo que las diferencia.
Sólo con el auge de la tecnología la cal se especializó. Las necesidades de producción siderúrgica y química llevarán a la búsqueda de yacimientos con menor hidraulicidad en favor de la parte aérea. Las necesidades de infraestructuras (puentes, estructuras de ingeniería…) y de construcción marítima (puertos, faros…) llevan a investigar las propiedades hidráulicas de la cal.
A continuación, se emprendieron numerosos trabajos en Francia e Inglaterra, en particular con Parker y Smeaton, para comprender qué confiere a la cal sus propiedades hidráulicas. Pero es el francés Louis Vicat quien aportará la solución al problema. Realizó uno de los primeros estudios científicos modernos recorriendo Francia y visitando todos los productores de cal, ya fuera aérea o hidráulica, (también visitó Saint-Astier). Hace hincapié en que cuanta más “arcilla” contenga una piedra caliza, más desarrollará propiedades hidráulicas después de la cocción al aumentar la proporción de arcilla en el crudo.
Este descubrimiento abre la puerta a la fabricación de cada vez más productos hidráulicos, llegando hasta el llamado cemento moderno.
Un error, comúnmente cometido, atribuye la aparición de las Cales Hidráulicas Naturales a esta misma época, cuando es sólo el momento en que las Cales Hidráulicas Naturales y las cales aéreas se diferenciaron y caracterizaron en función de la mineralogía de las calizas.
Con la industrialización, los hornos vernáculos están cada vez más en desuso. Sólo quedará la llamada producción de calidad “determinada” y constante de “un solo uso”, utilizada para la industria siderúrgica y química. Estos productos tienen un alto contenido de hidróxido. En cuanto a edificación y obra civil, se siguen utilizando los productos más hidráulicos.
Las masivas y rápidas necesidades constructivas del siglo XX, asociadas a una progresiva pérdida de técnicas y conocimientos tradicionales, aumentarán la necesidad de cemento en detrimento de la Cal Hidráulica Natural. Este declive progresivo sólo podrá detenerse si se toma conciencia de la degradación del patrimonio arquitectónico.
La creación de servicios estatales como Bâtiments de France y otras organizaciones conservacionistas redefinirá las buenas cualidades de uso para reinstalar la cal y sus soluciones en la conservación del patrimonio arquitectónico.
La crisis del petróleo de 1973, que provocó el cierre gradual de industrias como la siderúrgica, redujo el mercado de la cal cálcica, lo que llevó a la búsqueda de nuevos usos en la construcción. A continuación, se crea la CAEB (cal aérea apagada para la construcción). Competirán con las Cales Hidráulicas Naturales del tipo XHN ya existentes. Los fabricantes de cemento de la época, para reducir las existencias de cementos de baja calidad, los mezclaban con un polvo extra fino de piedra caliza vendido como Cal Hidráulica Artificial XHA; estos últimos no cumplen con los mismos requisitos de calidad que los XHN provocando confusión entre los usuarios.
En 1995, la cal de construcción pasó a formar parte de la normalización europea, la CAEB pasó a ser CL o DL, la cal hidráulica natural XHN pasó a llamarse NHL y la XHA se convirtió en Cemento de albañilería MC (Masonry Cement). Los cementos de albañilería MC no contienen cal. La cal CL o NHL mezclada con cemento, colorante u otro componente se convierte en HL (Hydraulic Lime).
Hoy en día, la cal continúa su camino en la restauración del patrimonio arquitectónico mundial, rehabilita nuestros hogares con carácter y avanza gradualmente hacia la construcción de edificios más saludables y ecológicos, a menudo reapropiándose de antiguas técnicas probadas, donde la cal ya se utilizaba.
El uso de cal, combinado con materiales de construcción de origen biológico, con baja huella de carbono y técnicamente eficientes, es ya una respuesta para nuestra vivienda del mañana.
