En 1850, Louis Vicat demostró la calidad de la piedra caliza de Saint-Astier, marcando el inicio de una era preindustrial de los caleros.
En 1850, Louis Vicat demostró la calidad de la piedra caliza de Saint-Astier, marcando el inicio de una era preindustrial de los caleros.
Durante todo este período, la Historia de la Cal de Saint-Astier® ha seguido transmitiéndose de generación en generación y reinventándose hasta convertirse hoy en día en un agente reconocido e imprescindible en la conservación del patrimonio arquitectónico mundial.
En 1863, había unas 15 fábricas censadas en la cuenca de Saint-Astier. A partir de 1906, algunos caleros se unieron, modernizaron sus instalaciones, construyeron nuevas fábricas para hacer frente a la llegada del cemento al mercado de la construcción y se adaptaros así a los tiempos, perpetuando este saber hacer ancestral.
Es en 1912 cuando Auguste BASTIER decidió dedicarse al sector de la cal y para ello, adquiere la finca “Ferrières”. Primero construyó tres hornos de cal y después añadió seis más en 1920. Con su hijo René BASTIER, creó “Établissements A. Bastier” en 1925. Ese año se modernizaron las fábricas de cal de Saint-Astier. Se construyeron entonces nuevos hornos para satisfacer la demanda del mercado regional, ávido entonces de la cal local de Saint-Astier, rica en sílice y reconocida por su extrema calidad. El saber hacer mejora, las herramientas se modernizan.
En 1923 / 1924, las familias Stipal, Savart, Labrue y Moillard se instalaron y construyeron dos hornos de cal en el emplazamiento de La Jarthe, municipio de Saint-Astier. En 1928 y 1930 se construyeron dos nuevos hornos de cal, hornos que siguen en activo (futura empresa “SAFA”) a día de hoy.
De 1925 a 1930, surgieron nuevas unidades de producción más modernas y los Établissements BASTIER invirtieron con otros productores en un nuevo emplazamiento y crearon la empresa “CIMCHAUX”. Construyeron dos hornos de cal tipo Anker (opuestos a los de SAFA), hornos todavía en activo. En 1933, tras la muerte de Auguste BASTIER, es su hijo, René BASTIER, quien se hace cargo de la empresa; La actividad todavía está evolucionando en el emplazamiento actual.
En 1934, las dos empresas se asociaron y crearon una Union Commerciale des Chaux et Ciments (UCDC) para promover conjuntamente las Cales Hidráulicas Naturales de Saint-Astier. Cerca del emplazamiento de Jarthe, la familia Bertrand, familia de caleros, produce cal, así como enlucidos para la empresa dordoñesa. Esta empresa fue comprada en los años 1970 por empresas representadas por las familias Stipal y Bastier.
Entre 1952 y 1975, Guy Bastier, junto con Pierre Stipal y después Alain Stipal, continuaron infundiendo dinamismo comercial combinando numerosas herramientas de producción y el saber hacer de las personas para garantizar la continuidad de la empresa.
En los años 1980, las familias decidieron distribuir la cal a escala nacional por medio de un industrial presente en todo el país. Un responsable técnico-comercial de Saint-Astier® se encarga exclusivamente de la formación de este industrial distribuidor. En 1986, Saint-Astier® inicia su presencia en el ámbito regional con 5 agentes técnicos de ventas.
En 1997, se reestructuraron las partes técnica y comercial y nació una nueva entidad, CESA (Chaux et Enduits de Saint Astier). Liberada de la exclusividad de distribución, la empresa contrató un equipo de técnicos de ventas que seguirá creciendo hasta el día de hoy.
En los años 1980/90, la empresa familiar, entonces dirigida por Alain STIPAL y Antoine BASTIER, promovió las cualidades y beneficios de la cal en la restauración del patrimonio arquitectónico; empieza a prosperar en el territorio nacional y a destacar también allende sus fronteras.
En 1998, Saint-Astier® exportó sus conocimientos y su saber hacer al extranjero. La empresa fue contratada para trabajar en importantes monumentos emblemáticos, como la Fontana de Trevi en Roma, el Parlamento de Ottawa o la Torre de Londres. Desde entonces, ha intervenido en muchas otras obras:
A partir de 2024, se da un nuevo impulso para garantizar la continuidad y el saber hacer de la empresa familiar. Saint-Astier® sitúa la innovación en el centro de sus desafíos del mañana, en particular gracias a la descarbonización de su proceso de fabricación. Ya bien establecida en suelo francés, Saint-Astier® continúa su desarrollo allende las fronteras. Numerosas acciones sociales, medioambientales y económicas permiten a la empresa fortalecer su estrategia de desarrollo, sin perder su ADN.